Gràcies a la familia Forcadell Gaona de Morelia (Michoacán-Mèxic): Núria, Pilar i Inés.

dilluns, 4 de juliol del 2011

Frente de los Pirineos orientales 01/07/1938


Por fin la orden de marchar nuevamente hacia el frente de batalla había llegado y con tal motivo el día 1 de julio todo nuestro batallón empleando, 25 grandes camiones, salíamos para el frente de los Pirineos orientales. 

Esbarsabina
La dirección que tomamos fue Artesa de Segre, Pons, Oliana, Coll de Nargó y Boixols, donde en ésta última población pernoctamos y a la mañana siguiente salimos en dirección de las posiciones que teníamos que ocupar, pero en plena marcha recibimos orden de quedar como fuerza de reserva de la brigada, y por consiguiente nuestro batallón quedó instalado a 8 Km. a la retaguardia de la brigada, la cual cubría las posiciones que se encontraban en frente del pueblo de Aramunt (enemigo) y Esbarsabina (amigo). La situación geográfica de estas posiciones era malísima, pues con decir que ara aprovisionarnos, teníamos que transportar las mercancías 9 horas a lomo de mulo, esta dicho todo. La evacuación de los heridos era la parte mas delicada y difícil, pues hasta que lo llegaba al primer puesto de socorro pasaban de 9 a 10 horas, puesto que se tenia que recurrir al peatón, o bien a los mulos.

Varios días, pasamos en éste sitio, haciendo prácticas de exploración del terreno, y adiestrando a los soldados a efectuar operaciones en lugares tan escabrosos. A los 20 días de descanso, se nos ordenó, que fuéramos a relevar al 568 batallón de nuestra misma brigada, y así lo hicimos el cual en tres horas era relevado completamente sin que ocurriera la menor contrariedad, y pasando a ocupar posiciones verdaderamente difíciles. La enorme presión con que el enemigo había desarrollado su ofensiva obligó a que nuestros soldados emplearan todas sus energías para contenerla, lo cual fue motivo de que nuestro mando superior decretara que se concediera a cada combatiente 10 días de permiso al lugar que creyeran conveniente. El día 23 de julio se me daba a mí el permiso correspondiente para que fuera, me era imposible por encontrarse en poder del enemigo, solicité ir a Barcelona. 

Boixols
Junto con mi amigo y paisano Antonio Forcadell, salimos junto de mi batallón, para concentrarnos en Boixols, donde desde allí por medio de camión, nos trasladaríamos a Barcelona. La suerte nos favoreció y teniendo necesidad mi cuñado Agustín Forcadell, que se encontraba como chofer del Cuerpo de Tren de la 32 división, de trasladar a Barcelona a varios oficiales de la misma división, aprovechamos su viaje con él. 

Francesc Roca Matamoros
Huetamo, Michoacán, 3 de març de 1940

dissabte, 2 de juliol del 2011

Artesa de Segre 20-25/04/1938

Una vez recibida la orden de relevo, se nos comunicó inmediatamente a los jefes y comisarios de compañía que tuviéramos preparadas las unidades, pues pronto la 19 brigada mixta, recién llegada del centro vendría a efectuar el relevo. Efectivamente fuimos relevados y a mí batallón (b 565) se le asignó el pueblo de Artesa de Segre para ir a descansar allí, al propio tiempo que reorganizaríamos de nuevo toda la brigada. El puesto de mando de la brigada fue instalado en el pueblo de Cardona, alejado como a 60 Km. de nuestro batallón y por tal motivo nosotros fuimos agregados tácticamente a la 141 brigada mixta, que se encontraba su puesto de mando a 6 Km. de distancia. Administrativamente dependíamos de nuestra 142 brigada, lo cual era un verdadero lío porque los jefes de ambas brigadas dictaban a la vez órdenes diferentes y varias veces llegamos a formarnos verdaderos líos que repercutan en serios conflictos.
La prensa diaria, que con motivo de la ofensiva nacionalista, no había podido en ningún momento llegar hasta las avanzadas y carecíamos por completo de ella, volvió de nuevo a deleitarnos con sus lecturas amenas para todo combatiente, y cual no seria mi sorpresa cuando al leer el “Combatiente del Este” del día 26 de abril, en grandes titulares y con entre filetes leí la siguiente crónica:
El combatiente del Este

“Felicitación a varios comisarios aparecidos en la orden del día del comisariado general por su comportamiento digno y ejemplar. En la orden del comisariado del día 25 de abril, aparece el artículo siguiente: Felicitaciones.- se hace público para conocimiento de los interesado y para su constancia en su hoja de servicios, la felicitación de éste comisariado por el comportamiento ejemplar en pasadas operaciones de los comisarios de compañía Francisco Solá y Francisco Roca, del 565 batallón de la 142 brigada mixta. Del comisario de batallón Jaime Rufet Oliver y también del comisario del 568 Pablo López Marco .- felicitaciones que llenan de orgullo a los camaradas que combaten a su lado que porque saben que sus comisarios cumplen fielmente la consiga del comisariado: que satisfacen a todos lo combatientes del ejército, porque sabemos que con su comportamiento ejemplar dignifican la misión que la República les ha designado. Camaradas comisarios que habéis aparecido en la orden del comisariado como ejemplo y estímulo en justo premio a vuestras acciones; en la hoja de servicios, constará la felicitación del comisariado, digno de orgullo para todos vosotros que aureoláis con vuestras acciones la hoja de servicios prestados a la Patria.
Proseguid por éste camino y dejareis bien alto el nombre del comisario en lo que es y significa en la lucha por nuestra independencia.
Firmado: El Comisario General de Guerra Osorio Tafall” 

Bibiano Fernández Osorio-Tafall
Quien tenia que decirme a mi, que cumpliendo con su deber, un hombre podría convertirse en un momento dado en un héroe, cuando en realidad los actos realizados habían sido ejecutados con tanta sencillez que muchas veces llegué a pensar su estaba obrando con demasiada lentitud y frialdad, cuando bien lejos estaba de imaginarme que mis jefes superiores, estaban controlando en todo momento mis actos. Gracias a ésta actuación, me hice acreedor a toda clase de consideraciones y cuando por cualquier necesidad, mi persona tenia que hacer acto de presencia en el puesto de mando de mi brigada, todas la felicitaciones y palabras de amistad y cariño se concentraban en mi persona. 

Francesc Roca Matamoros
Huetamo, Michoacán, 2 de març de 1940

dijous, 23 de juny del 2011

Felicitación por la actuación en Asentiu 16/04/38

El día 16 de abril de 1938, aparecía en la orden de la brigada la siguiente orden:

142ª Brigada mixta
Entre otras cosas.... Artículo 3º.- para satisfacción propia, y ejemplo y estímulo de los demás camaradas que forman parte de ésta brigada, merece citarse el magnífico comportamiento del comisario de la compañía, Francisco Roca Matamoros, que habiéndose internado en el pueblo de Asentiu, entabló combate con un grupo enemigo matando a un oficial y varios soldados. Por su comportamiento es propuesto a la superioridad para su ascenso inmediato y a una recompensa, y para ser citado en la orden general del comisariado de guerra. 
Firmado el comisario delegado de guerra M. Gil y el jefe de la brigada G. Yus. 

No cabe duda, que cuando todos los soldados de mi compañía, leyeron en la orden del día, el artículo 3º, como atendiendo a una consigna lanzaron todos un viva nuestro comisario, al cual tuve que corresponder de la manera más atenta y cordial puesto que de veras lo sentí. Mientras para lo que habíamos cumplido con nuestra obligación, se nos citaba en la orden del día y se nos proponía para recompensas y ascensos, para aquellos que habían sido unos traidores a la patria, encontraban su merecido y eran pasados por la armas, y también  para ejemplo de los demás eran citados en la orden del día. Mi actuación no solo fue reconocida por los jefes de la brigada, sino que en la orden general de la división del día 20 de abril aparece la siguiente nota, que al igual que otra me llenó de orgullo:

XI cuerpo del ejército, agrupación B, 32 división. Orden general: entre otras cosas… artículo 3º por la presente se hace constar los actos dignos de mención y emulación llevados a efecto por los comisarios de guerra de compañía del 565 batallón de la 142 brigada mixta D. Francisco Solá y D. Francisco Roca Matamoros que en la operación llevada a efecto contra la cota 292 el 12 del actual, se distinguieron por su arrojo. Al felicitar efusivamente a los citados por su brillante comportamiento exhorto al resto de la fuerza animando a que sigan el ejemplo de nuestros camaradas comisarios con actos digno de mención.
Firmado el comisario delegado de guerra Semitiel y el jefe de la 32 división Capitán Gancedo

Texto aclaratorio de la 32 división (umpepe):
La 32ª División fue creada el 28 de abril de 1937, como reserva del Ejército del Este, XI C.E y X C.E.
Su puesto de mando estuvo en Gerona, Tarragona, el 28-7-38 y Alcañiz (agosto 1938)
Estaba compuesta por las Brigadas Mixtas 137ª 140ª y 141ª. En febrero del 38 la 140ª B.M fue relevada por la 142ª y posteriormente en plena ofensiva de Cataluña (2-1-39) es trasladada la 141ª
Tuvo los siguientes mandos:
Jefes: Coronel de Caballería Alfonso Arana Vivanco y al Comandante de infantería Manuel Gancedo Sainz el julio 1937
Comisarios: Cristóbal Albadetrecu, a, Francisco Señer Martín, (CNT) y a Andrés Semitiel Rubio (PSOE)
Jefes E.M.: Mayor de Milicias Emilio Bosch Montes, y al teniente de Milicias Felipe Félix Moreno Gómez a partir del 6-11-38
Estuvo en los frentes de Aragón y Cataluña. 


Francesc Roca Matamoros
Huetamo, Michoacán, 1 de març de 1940
 

dimarts, 21 de juny del 2011

Enorme combate en La Sentiu - Asentiu 12/04/38

fotos antigues d'Asentiu de 1911
Nuestras tropas estaban completamente desmoralizadas y necesitaban a todo trance que fueran relevadas y llevadas a un determinado sitio donde pudieran reposar de sus enormes fatigas, pero la falta de reservas obligaba al Gobierno y al mando militar a recurrir de éstas hasta que las reservas estuvieran bien organizadas y mientras las unidades motorizadas que habían sido llamadas del Centro se incorporaran definitivamente a nuestras filas. El mando de nuestro cuerpo del ejército había fracasado completamente y el mando supremo había ordenado que fuera remplazado inmediatamente por otro mando más capacitado ya que todos los efectivos de el enemigo se concentraban a nuestras líneas puesto que era el sitio mas vulnerable. Nuestro mando fue remplazado por el mando del XX cuerpo de ejército que había operado primeramente en Madrid y después en la toma y defensa de Teruel. Estaba mandado por el teniente Coronel Francisco Galán, hermano del Capitán Fermín Galán, fusilado por el Rey Alfonso XIII, de comisario de Guerra venía Julián M. Lizcano, competente y gran estratega, al mismo tiempo que de jefe de operaciones venía el Capitán Luís Alcalá Zamora,

hijo del expresidente Alcalá Zamora, la primera disposición que tomo el jefe militar al hacerse cargo del mismo fue ordenar a sus tropas que iniciara un contraataque para causar un golpe de sorpresa al enemigo, pues creyéndonos completamente derrotados sería de efectos sorprendentes ver que reaccionábamos y entrábamos al ataque siendo nosotros la que tomábamos la iniciativa, efectivamente, el día 12 de abril se nos ordenaba que a todo trance recuperásemos el pueblo de Asentiu, que dos días antes habíamos abandonado, pero que siendo de gran importancia sus posiciones teníamos que reconquistarlo a todo trance y que para ello contaríamos con la ayuda de nueva artillería, aviación y tanques, cosa que en toda la campaña no habíamos llegado a tener. Nuestra desilusión fue grande
pues materialmente perdidos como estábamos, hambrientos completamente, sin parque, sin armas y nuestras unidades completamente diezmadas, puesto que en cada compañía faltaba el 40 % de soldados. Mi compañía que al principio de la ofensiva nacionalista contaba con 140 soldados entre clases y oficiales, el día antes de entrar al ataque el estadillo de fuerza arrojaba un total de 80, entre todos, pero no obstante órdenes eran ordenes y había que cumplirlas.
A las 6 de la mañana empezamos, el ataque sobre Asentiu, nuestra artillería, no daba señales de vida, la aviación no aparecía, y los tanques aparecieron dos para evacuar los enormes montones de heridos que nos quedaron en el campo de batalla. Con ardor y valentía atacamos la posiciones enemigas, pero todos nuestros esfuerzos eran inútiles puesto  que el enemigo contaba con buenas defensas y con personal de refresco.

Trinxeres del Tossal de les Forques
Mi  compañía, era la que iba a vanguardia, pues tenía la misión de romper el fuego, mientras las demás hostilizaban a éste, lo cual fue motivo de que sufriéramos el descalabro más grande todo el batallón, pues al hacer el recuento al final del combate, las bajas habían sido 46, teniendo la fortuna de yo salir completamente ileso. Por varias veces intentamos el ataque y siempre salimos derrotados hasta que por fin el mando se dió cuneta que era completamente imposible seguir atacando y ordenó el repliegue de las fuerzas. A pesar de la
derrota sufrida, se había conseguido el objetivo pues el enemigo al darse cuenta de que era atacado por un enemigo que lo creía completamente derrotado, se imaginó que nuevos refuerzos se habían recibido y ante el peligro que le representaba el seguir atacando desistió de tal propósito y estabilizó el frente en el pueblo de Asentiu, con gran alegría nuestra porque empezaba un era de reposo, para nuestros fatigados cuerpos.

El mando del cuerpo de ejército, ante la valentía de mostrada por nuestra brigada y especial a nuestro batallón, ordenó que éste fuera relevado de las posiciones avanzadas y pasara a la retaguardia a descansar y organizarse de nuevo. 

Francesc Roca Matamoros
Huetamo, Michoacán, 1 de març de 1940

dilluns, 9 de maig del 2011

La Sentiu y ofensiva nacionalista 26/03/38

En vista del fracaso se dió la orden de evacuar hasta La Sentiu, pueblo situado al norte de Bellcaire, donde allí quedaríamos en descanso mientras el servicio de recuperación, no enviara más soldados para cubrir las bajas que teníamos. Así ocurrió y quedamos allí acantonados.

Mientras tanto, en el sector de Zaragoza el enemigo iba avanzando con rapidez, Caspe, Bujaraloz, Azaila y muchos pueblos más habían caído en manos del enemigo y sus fuerzas iban bajando hacia Tortosa donde su punto de destino era llegar hasta el Mediterráneo y cortar las comunicaciones de la carretera general de Barcelona a Valencia.

En gran peligro amenazaba a mi familia que ignorando seguramente el avance enemigo no sabían que se les iba acercando el cerco y podrían quedar cercados en la parte nacionalista, pero ante la imposibilidad de abandonar yo mis fuerza, pues podrían declararme desertor ante el enemigo, me decidí a escribirles a mi señora y a mis padres informándoles del peligro que podrían correr y que sin pérdida de tiempo abandonaran el pueblo trasladándose a la capital de Cataluña. Pero la mala comunicación de la correspondencia y el estar el servicio en manos de gente miedosa hizo posible que estas cartas no llegaran a su destino. Solamente la providencia podría hacer posible el que fuera oída mi súplica.

Mientras tanto la ofensiva de una parte y de otra iba ganando terreno y nosotros, a pesar de poner todo nuestro esfuerzo para contener al enemigo, nos era completamente imposible, pues la superioridad de éste era tanta sobre nosotros que no podíamos más que retirarnos.

El día 13 apareció en la prensa que el enemigo había tomado Gandesa y que sus columnas iban bajando hacia Tortosa mientras que otra iba bajando por San Mateo y Morella, lo que me demostraba a mí que Ulldecona tardaría a caer muy pronto en manos del enemigo. No me equivoqué en mis números, y encontrándome en Bellcaire, población ya de la región catalana. Me enteré que el día 14 de abril de 1938, las fuerzas nacionalistas habían conseguido llegar al Mediterráneo y se habían apoderado de las poblaciones Vinaroz, Ulldecona, Alcanar y San Carlos de la Rápita, luchando en las proximidades de Amposta. ¿Qué había pasado con mi familia? ¿Habría salido del pueblo, o bien habría quedado en poder de las tropas nacionalistas?. Un vago temor me pasó por todo mi cuerpo, si el enemigo se enterara de que yo era comisario de guerra en las filas republicanas, estaba mas convencido que las represalias caerían sobre mi familia. Sabia que mis padres eran de tendencias moderadas y derechistas, pero no así mi señora que guiada por mi cariño simpatizaba con la República, aunque también era de tendencias moderadas y católica por demás. ¿Pero seria posible que estas personas inofensivas fueran castigadas por pertenecer yo al ejército de la República? Inmediatamente escribí dos cartas Barcelona para que me informaran si se encontraban allí o si sabían de su paradero pero todas las cartas que mis familiares de Barcelona me escribieron, todas contenían malas noticias para mí, pues toda mi familia se había quedado en el pueblo sin poder salir. Por mi mente se cruzaron malas pesadillas y en varios sueños llegué a ver como mis familiares eran víctimas de las más horribles venganzas por parte de elementos sin escrúpulos que ante la imposibilidad de no poderme capturar a mí se enseñoreaban con mi familia, pero varias veces llegué a tranquilizarme cuando me acordaba que la actuación de ellos estaba completamente al margen de la lucha civil, y así de esta forma esperé el momento oportuno de poder enterarme personalmente de lo que les pasó.

Francesc Roca Matamoros
Huetamo, Michoacán, 30 de abril de 1940

diumenge, 1 de maig del 2011

Sariñena y contraataque republicano 24/03/38

Donde una vez allí organizaríamos la brigada de nuevo, para seguir aguantando, pero siempre de repliegue en repliegue, y aunque era materialmente imposible aguantar al enemigo. Los efectivos bélicos nuestros eran muy pocos, mientras que los del enemigo eran muchísimos. El haber roto las líneas, obligaba a nuestras unidades a mantenerse en un plan de inferioridad que de ninguna manera podíamos contener su avance, solamente el refuerzo de nuevas unidades y el aprovisionamiento de material hubiera hecho posible tal milagro. Llegamos a
Trinxera aerodromo de Sariñena

Milicianas comunistas de las Juventudes Socialistas Unificadas de Sariñena en Barbastro

Sariñena y virtualmente estábamos todos desfallecidos, eran tres días de andar, combatir y no dormir, nuestros cuerpos parecían autómatas pues nos movíamos por intuición. La comida no la habíamos probado desde que empezó el ataque y nuestra intendencia funcionaba mal completamente. Un tren militar nos esperaba en Sariñena donde se había dado la orden de que la 32 división, fuera a instalarse en unas
El Periódico de Aragon, 23 de diciembre de 2006

posiciones que había a 13 Km. a la retaguardia de Sariñena. Esto nos animó por que al fin podríamos descansar dos o tres días hasta que el enemigo tomara contacto de nuevo con nosotros, pero mientas podríamos comer y dormir que mucha falta nos hacía. Salimos con el tren y al llegar al lugar indicado nos apeamos, y con alegría vimos que ya nuestra intendencia había suministrado abundante aprovisionamiento y se nos repartió el racionamiento que cada uno nos correspondía.

Las nuevas posiciones que teníamos que ocupar se encontraban al norte de la población de Tormillo y a 13 km como he dicho antes de Sariñena. Esas estaban completamente vírgenes, pues ni una trinchera ni nada se había hecho y cuando nosotros creíamos que íbamos a descanar nos encontramos que si queríamos defender nuestras vidas, teníamos que hacernos unos pequeños ramales para evitar el ser víctimas de la metralla enemiga. Trabajamos un día y una noche, hasta que al día siguiente, después de nuestro esfuerzo realizado, recibíamos la orden de contraatacar nosotros al enemigo. Hacía dos horas aproximadamente que el puente colgante de Sariñena sobre la vía férrea había sido volado por nuestros dinamiteros para evitar que las tropas nacionalistas se echaran encima en un momento dado, pero sin embargo, estas se habían colado por los cerros y se
Pente colgate de Sariñena, destruido.

encontraban a corta distancia nuestra. Había pues que contraatacar para causar efecto de superioridad, cosa que no había.

Nuestro fracaso era inevitable; como podíamos nosotros atacar a un enemigo superior a nosotros, en todas sus reglas, más alimentado, más preparado, más organizado y con una moral más firme que la nuestra. Pero el caso era dar un golpe de sorpresa puesto que el enemigo nos considerada desorganizado y nunca creía que lo íbamos a atacar. Empezamos el ataque y sin artillería, sin tanques y sin ametralladoras, el desastre fue grande, pues de 500 soldados, llegamos a nuestras líneas como 300, el resto, quedó en poder del enemigo y nuestras filas completamente desorganizadas.

Francesc Roca Matamoros
Huetamo, Michoacán, 29 de abril de 1940

divendres, 29 d’abril del 2011

Robres de Aragón y Alcubierre 23/03/38

Serian las 3 de la madrugada, del día 23 de marzo, cuando todavía no habíamos descansado de la fatigada jornada del día anterior, y la orden de evacuar las nuevas posiciones se nos había dado, pues el enemigo en su avance se nos había colocado a nuestra retaguardia una vez más, y teníamos que evitar el peligro de caer en sus manos, pues nada menos que toda una brigada esta cercada. Emprendimos la marcha y gracias a que el comandante Ugena, de la 137a brigada, que conocía bien el terreno que pisábamos, no fuimos prisioneros pues llegó un momento en que nuestra columna llegó a pasar como a 1 km. de distancia del enemigo. Después de andar hasta las 11 de la mañana llegamos a Robres, pueblo situado al sur de Torralba de Aragón y cuando pasamos por él, ya el enemigo con sus fuerzas motorizadas había tomado Torralba. Allí nos organizamos y seguimos la marcha hasta Alcubierre, pueblo donde se encontraba nuestra brigada. Estuvimos andando todo el día y a las 4 de la tarde llegábamos a las proximidades de este pueblo.

Una vez acantonados, no propusimos descansar, pero la aviación enemiga no nos dejaba un momento de reposo, continuamente nueve aviones de caza, estaba ametrallando las unidades de combate republicanas que iban a la desbandada pues las líneas habían sido cortadas por todos los lados. A las 6 de la tarde entramos en el pueblo, allí tomamos contacto con nuestra brigada y grande fue la alegría del jefe y comisario de la misma cuando nos vio, porque creían que habíamos sido hechos prisioneros. Nos incorporamos a nuestra unidad, y a las 8 de la noche el enemigo atacó la vía férrea, que estaba en nuestro poder. Le interesaba en gran manera por que de esta forma dejaba cortadas las comunicaciones para ayudar a nuestros compañeros que se encontraban al norte de la población. Su ataque resulto inútil, fue rechazado con perdidas de vidas por dos veces y a las once recibíamos la orden de evacuar aquellas posiciones que tanto habíamos defendido porque el enemigo del flanco derecho se había infiltrado con peligro de cercar nuestra brigada. La orden fue dada de repliegue hasta Sariñena.

Francesc Roca Matamoros
Huetamo, Michoacán, 29 de abril de 1940

dilluns, 25 d’abril del 2011

En la línea de fuego, Tardienta V, Torralba de Aragón y ofensiva rebelde 15/03/38

El día 15 de marzo de 1938, y después de venir anunciándolo los soldados nacionalistas desde sus trincheras, el ejercito rebelde inició una ofensiva a fondo por todo el sector del Ejército del Este.

Milicians republicans de la XII brigada durant la batalla de Guadalajara

Centenares de aviones, docenas de tanques, montones de cañones y divisiones motorizadas extranjeras, tomaban parte en esta ofensiva, el dictador italiano, quería a toda costa vengarse de la tremenda derrota que en los campos de batalla de Guadalajara, le inflingiera en días pasados el ejército de la República, haciendo correr en forma vergonzosa
Tosos, Zaragoza

sus bien equipadas brigadas de choque que con todo lujo de detalles habían sido traídas a España para conquistar, como en años anteriores lo hicieran sus antepasados, y ante tal cosa no había escatimado esfuerzos de ninguna clase. La ofensiva se inició por el frente de Zaragoza y pronto fue rota la línea, a pesar de la tenaz resistencia que opusiera el ejército republicano, las tropas nacionalistas iban ganando terreno con la pérdida de millares y millares de hombres, pues la resistencia que encontraba era enorme.

Considerando el enemigo que el Gobierno Republicano, había concentrado todos sus efectivos de primer orden en el frente de Zaragoza, para contener la ofensiva enemiga, paralizó unos días esta ofensiva y trasladó sus brigadas motorizadas al frente de Huesca, donde el día 22 de marzo de 1938, y siendo las 6 de la mañana fuimos sorprendidos por un enorme bombardeo de aviación, seguido de una preparación artillera en la que tomaba parte como unas 10 baterías aproximadamente, no dudando ni un momento que dentro de poco el ataque de la infantería caería sobre nuestras líneas, y así ocurrió. A las 11 de la mañana vimos aparecer sobre nuestras líneas, centenares de soldados que protegidos por el
Trincheras de la Guerra Civil, una casamata de cemento, cultivos cerealistas, cerros de yesos y alguna repoblación de pinar. Extremo Noreste del término municipal de Zaragoza, cerca de Villamayor

fuego de la artillería, y resguardados por enormes tanques de iban aproximando a nuestras líneas, pero ya nuestras máquinas estaban listas para contener el ataque en cualquier momento y no tardaron en caernos encima, pero las máquinas automáticas empezaron a funcionar y el ataque fue rechazado con perdidas de vidas por parte del enemigo. La orden era tajante el enemigo tenia que romper la línea costara lo que costara y nosotros teníamos que mantenerla costara lo que costara. Pero el enemigo tenía hombres de refresco nosotros no contábamos con nada, el ataque nos había sorprendido y apenas teníamos víveres, la lucha volvió a empezar de nuevo, y por segunda vez las tropas enemigas tuvieron que volver a sus posiciones, pero esta vez habían llegado cerca de las líneas nuestras y habían conseguido hacer bajas.

Nuestras ambulancias empezaron a funcionar y los heridos eran sacados de las trincheras, motivando con esto el que cada herido ocupara dos soldados buenos para trasladarlo, lo cual representaba en efectivo que habíamos tenido tres bajas. Si el enemigo intentara otra vez el ataque quien sabe si podríamos detenerlo. El mando del batallón informó a la Brigada lo que pasaba y ante el temor de perder la posición y quedar docenas de hombres prisioneros, se dio la orden de replegáramos a las posiciones de reserva, situadas a 6 km de la línea de combate. Así lo hicimos y quedamos emplazados en unas posiciones cercanas al pueblo de Torralba de Aragón, donde allí nos emplazamos de nuevo, esperando el ataque, pero el enemigo sabiendo que por el sector que acopábamos nosotros era completamente romper el cerco, se decidió atacar por el sector que ocupaba la 141ª brigada mixta, sin saber que ya nosotros habíamos abandonado las antiguas posiciones. A las 6 de la tarde empezó el ataque por este nuevo sector, y por fin encontró el punto flaco y se fue afianzando por allí cargando todos sus efectivos de combate por este lado. Su esfuerzo había resultado y nuestro desastres era inevitable.

A las ocho de la noche, recibimos una orden urgente, que el enemigo había roto las líneas y que nuestro Batallón se encontraba cercado completamente, pues había agarrado las líneas de flanco y solamente la oscuridad de la noche podía hacer posible el que no cayéramos en manos del enemigo. Con prudencia organicé junto con el capitán [capitán de Milicias Hernández Oñate], la evacuación de aquellas posiciones, pero el terreno que teníamos que recorrer para juntarnos de nuevo con la brigada era completamente desconocido para nosotros y ante la urgencia del caso decidimos salir guiándonos por la estrella polar, ya que nosotros conocíamos la posición del enemigo y nos seria fácil evitar un encuentro con él. En marcha de combate salimos de las posiciones y pasamos tres o cuatro horas andando cuando la patrulla de exploración de mi compañía, que era la que habría la marcha, se encontró con una patrulla de soldados y montando con rapidez los fúsiles, se les dió el alto ¡quien vive¡ contestando ¡la República!, nos informaron que habiendo sabido que el enemigo había atacado muestras posiciones y las había roto, el jefe de su brigada que era la 137ª, había ordenado montar un servicio de exploración para cualquier contingencia que pudiere ocurrir, y efectivamente, nos trasladaron a donde se encontraba el jefe de la brigada [Comandante Brinquis]y nuestra compañía quedó agregada al segundo batallón de esta unidad hasta que nuevamente tomáramos contacto con la nuestra.

Francesc Roca Matamoros
Huetamo, Michoacán, 26 de abril de 1940

diumenge, 24 d’abril del 2011

En la línea de fuego, Tardienta IV y la conquista de Teruel

Batalla de Teruel, Font Wikipedia
La batalla de Teruel - sodados republicanos
Quedamos instalados definitivamente en esta nueva posición y los días iban pasando tranquilamente cuando la prensa anunció, que las tropas republicanas en una lucha inigualable habían conseguido la conquista de la capital de Teruel. Este hecho fue completamente ocultado a losas tropas nacionalistas que ocupaban otros frentes que no eran los que se estaba desarrollando la cruenta lucha, pero las practicas y conferencias que por la noche se les daba a las tropas enemigas se les dio a saber la feliz nueva y pronto dio sus resultados. Estaba de guarnición en las posiciones enemigas la 31 bandera del tercio, la mayoría de sus soldados la componían elementos marroquíes y soldados de confianza de las autoridades nacionalista. Cuando éstos se enteraron que las tropas republicanas habían tomado Teruel, en tres noches se pasaron a nuestras filas 42 soldados, nacionalistas, los cuales nos explicaban de una manera espantosa las vicisitudes que se pasaban en el campo enemigo, las represiones eran grandísimas, todo aquel elemento que hubiere sido un trabajador honrado y sus ideas fueran republicanas, sin formación de causa era pasado por las armas. La comida era mucho mas escasa que la nuestra, pues mientras nosotros teníamos todos los trigales de Castilla y Aragón ellos carecían de trigo completamente y tenían que recurrir a Italia. El aceite era una de las materias que más les faltaba pues los llanos de Andalucía y las tierras aceituneras de Tarragona, estaban en nuestro poder. La ropa era escasísima, pues todas las industrias textiles de Cataluña las trabajamos nosotros.

De una manera inquieta explicaba la difícil situación que estaba atravesando la
Batalla Terol

España Nacionalista: portugueses, alemanes, italianos, marroquíes y españoles tenían cada uno sus zonas de mando y en las diferentes partes donde ellos dominaban, la población civil sufría mil vejaciones. Las fértiles tierras de Andalucía, habían sido repartidas en su mayor parte a familias italianas, mientras que las familias españolas, estaban obligadas a trabajar exclusivamente para la guerra, miles de muchachas jóvenes fueron violadas por moros sin escrúpulos que sin ningún control actuaban de una manera anárquica y cometían toda clase de
Blindado en Teruel

atropellos con ellas. El solo pensar se era verdad lo que estos soldados nacionalistas contaban, los nervios se les crispaban a uno de tal manera que contener un rugido de cólera era materialmente imposible. La calma renació y a los pocos días el propio soldado enemigo nos comunicaba que había sido reconquistado Teruel, y efectivamente a la mañana siguiente el parte de guerra republicano confirmaba la noticia.

Francesc Roca Matamoros
Huetamo, Michoacán, 25 de abril de 1940

En la línea de fuego, Tardienta III 10/01/38

Los días transcurrían y ninguna novedad se iba registrando, cuando el día 10 de enero de1938, mi compañía, recibía la orden de efectuar un traslado de frente. Las posiciones que ocupábamos tenían que ser ocupadas por otra unidad, pero antes ocurrió un caso más curioso. Mi brigada, que solamente contaba con tres batallones y le faltaba uno para estar completa. Recibió una orden en el sentido de que el 1º, 2º y 3 batallón pasarían a depender de la 142 brigada mixta, la cual contaba solamente con un batallón completo.  Quedaría con todas sus fuerzas equiparadas, y que solamente los jefes y comisarios de batallón, podrían trasladarse con su antigua brigada, mientras que todos los jefes, oficiales y comisarios de compañía, quedarían a las ordenes de sus nuevo jefes pertenecientes a la 142 brigada mixta. El día 11 de enero, la 140 brigada mixta, con sus jefes y auxiliares, salían en dirección a Lécera (Zaragoza), mientras que nosotros quedábamos en la misma posición, pero como antes dije a disposición de nueva unidad y nuevos jefes. El comisario de la brigada se llamaba Malaquías Gil Arangueti, el jefe era el capitán Yust. Y el comisario y jefe de mi batallón era el comisario Pablo Marcos y Teniente Francisco Valero respectivamente.

El día 13 del corriente mes, se efectuaba el relevo de mi unidad y a las tres de la madrugada, sin que el enemigo se diera cuenta, quedábamos instalados en nuestras posiciones marcadas por el mando.

Cuando por la mañana salí a recorrer las nuevas posiciones, fue mi motivo de desaliento, pues mientras en las anteriores disfrutábamos de todas las comodidades, en ésta llegaba inclusive a faltar el agua. Una gran balsa era la única fuente manantial en donde podíamos apropiarnos de tan preciado líquido, expuestos continuamente a que una infección en sus aguas produjera mortales consecuencias en nuestros cuerpos.



frente de la ermita de Santa Quiteria
Se encontraban estas posiciones, situadas al norte de la población de Tardienta, a cuatro millas de la localidad y estaba en frente de la ermita de Santa Quiteria, lugar donde en otros tiempos se habían desarrollado enormes combates para la conquista de ésta posición si que nunca el éxito hubiere acompañado a las tropas republicanas. Se encontraban completamente desabandonadas o requeridas que con urgencia se procediera a efectuar enormes construcciones subterráneas para protegerse uno de las bombas de aviación, y al mismo tiempo para que el enemigo no hiciera blanco en nuestros cuerpos donde en la mayoría de lugares, el paso era obligado y queda todo el cuerpo a merced de las balas enemigas. Desde luego, la posición no era peligrosa pues tendiendo en cuenta lo accidentado del terreno, se comprenderá que solamente se podía actuar allí, por medio de patrullas, ya que actuando en masa los tanques no podían desarrollar sus actividades, la artillería resultaba nula por los innumerables puntos muertos que presentaba el terreno y un ataque aéreo solamente hubiera producido un efecto desmoralizador pero no efectivo. El puesto de mando de la compañía estaba emplazado a 30 m. a la retaguardia de la primera posición desde donde se dominaba completamente todo el campo enemigo. El poco peligro que representaba la posición había motivado que estuviera tan abandonada.

Francesc Roca Matamoros
Huetamo, Michoacán, 25 de abril de 1940

dissabte, 23 d’abril del 2011

En la línea de fuego, Tardienta II

La mayoría de puertas, ventanas, sillas, mesas y mil utensilios más, que quedaron abandonados por las casas, [ver entrada "Tardienta I"] se encontraban todos en las trincheras, pues había puestos de mando, como por ejemplo el de mi compañía, que disponía de todas las comodidades propias de una casa particular, pues inclusive la radio funcionaba admirablemente puesto que en todo el sector que ocupaba nuestro batallón había luz eléctrica ya que en Tardienta todavía funcionaba un gran acumulador.
Tardienta any 1936

El gran acueducto que hay en las afueras de la población servia de refugio contra las naves aéreas, ya que tenía una profundidad de 3 metros y una armadura de 80 cm. de cemento. Motivo por lo cual en varias ocasiones evitó muchas bajas.

Hogar del soldado. Font: SBHAC
La vida en este frente fue, bastante tranquila, pues el enemigo muy pocas veces daba señales de vida, lo que aprovechamos nosotros para montar con todo lujo de detalles un magnífico hogar del soldado, donde teníamos una biblioteca de más de 300 volúmenes, el miliciano de la cultura enseñaba con gran perfección a los analfabetos, en ratos de descanso los soldados podían jugar a una serie de juegos amenos y morales, y cada día por los oficiales del batallón se daba clases de teórica militar, en fin la guerra era para nosotros una cosa tan pasajera que por un momento llegamos a dudar de si nos encontrábamos en el frente o bien disfrutando de unas vacaciones al campo.

Todo trascurría tranquilo, cuando el día 3 de enerode 1938, se dió una consigna cifrada en la que el servicio de información militar, indicaba que contingentes de tropas enemigas estaban concentrándose en Almudévar pueblo enemigo frente a nuestras posiciones. Indicaba al mismo tiempo que serian atacadas nuestras posiciones en la madrugada del día 4 y por consiguiente en esta noche la guardia fuera doble y que las patrullas de reconocimiento se hicieran con arma automática, y que cualquier movimiento del enemigo fuera contestado con energía, no abandonando las posiciones bajo ningún pretexto y que valía más morir ante el enemigo que no fusilado por un consejo de guerra. La orden era tajante, había que cumplirla a todo trance, de lo contrario tampoco había salvación posible.

Noche de gran intranquilidad fue aquella en que la vida y la muerte estaban tan cerca una de la otra, momentos antes en la memoria de uno habían cruzado miles de recuerdos, y a partir de ésta orden solo se preocupaba uno de defenderse lo mejor posible para evitar la muerte.

Moros de la guerra civil
Fotos de la tropa mora: font

Nada de nuevo parecía ocurrir, cuando de pronto, la artillería tanto propia como enemiga empezó a descargar centenares de bombas. Los soldados republicanos como tenían la consigna de disparar cuando nuestra artillería lo hiciera, como movidos por un resorte dispararon todos a una vez, parecía aquellos como el diluvio universal, pues las granadas y las balas llovían como por encanto, las sombras de la noche no permitían ver el campo enemigo y solamente a tontas y a locas seguíamos disparando. En el campo contrario, la balacea adquiría la misma proporción, solamente que allí los gritos eran más alarmantes que las propias balas, pues efectivamente, la noticia que el servicio de información había dado resultaba cierta, el enemigo estaba atacando desesperadamente. Pero ellos no contaban que su ataque había sido descubierto y la represión había sido de fatales consecuencias para ellos, pues cuando ya desistieron de atacar en vista de la tenaz resistencia y cuando a la mañana siguiente nosotros todavía seguíamos detrás de la trinchera, con lo fusiles preparados, un espectáculo horroroso se nos presento a nuestros ojos. En frente de nuestras posiciones varias docenas de cadáveres aparecieron muertos, algunos de ellos mortalmente heridos, seguían quejándose desesperadamente y nuestra vista pudo ver por primera vez al moro feroz, al salvaje africano que completamente engañado había sido traído a España para que con su sangre ayudara a ganar una guerra que el pueblo estaba haciendo fracasar a toda costa. Varios de estos moros nos pedían a nosotros que los sacáramos de allí, que se estaban muriendo, lo mismos soldados españoles enemigos que engañados y obligados también a ir a la lucha habían caído mortalmente heridos defendiendo una causa que era completamente ajena a su voluntad. En vista de la gravedad de estos soldados pedimos una tregua para poderos sacar de allí, pero cual no seria nuestra sorpresa, cuando al salir la primera camilla de socorro, ésta era tiroteada por las fuerzas enemigas, y uno de de los camilleros que cumpliendo con su sagrada misión de salvar a un enemigo herido acudía en su ayuda, caía mortalmente herido por una bala traidora que quería a toda costa dejar morir a los que hasta poco
La Vanguardia 4/1/1938
habían defendido su misma causa. La palabra traidores y asesinos salía constantemente de la boca de aquellos pobres infelices que tendidos ante nuestras trincheras no podían recibir ninguna ayuda. Cuando apenas la noche había entrado, saltamos encima de nuestros parapetos y acudimos en ayuda de los pobres soldados herido que habían quedado, pero desgraciadamente habíamos llegado tarde, solamente 6 pudieron ser sacados con vida, mas de 120 sufrieron una muerte horrenda, desastrosa, cruel, sus maldiciones tarde o temprano llegarán a estos seres desalmados que dejaron sus cuerpos completamente abandonados al destino.

Francesc Roca Matamoros
Huetamo, Michoacán, 23 de abril de 1940


dimecres, 13 d’abril del 2011

En la línea de fuego, Tardienta I - 20/12/1937

Construcción acueducto de Tardienta
A las tres de la tarde, llegábamos a la retaguardia de las posiciones que por la noche teníamos que ocupar, y después de estar esperando allí el tiempo suficiente salíamos para las posiciones definitivas. Mi compañía tenía  que ocupar  cuatro posiciones distintas, tres de ellas estaban completamente aisladas unas de las otras y el aprovisionamiento de la gente, tenia que realizarse por la noche. El  puesto de mando  estaba en posición central donde por medio de teléfono comunicaba al resto de la fuerza las novedades del día. Una sección de ametralladoras al mando del teniente Picón, tenia agregada a mi unidad, la cual estaba compuesta de cuatro ametralladoras “máximas” y de una potencia sorprendente.

Frente de Huesca, foto de Capa
Con puntualidad llegamos para hacer el relevo de las fuerzas y la primera compañía que efectuó el relevo fue la mía. Marché con el comisario del batallón para hacer el relevo del resto de la fuerza pero la falta de práctica sobre el terreno que pisábamos hizo que nos metiéramos en campo enemigo, muestras sospechas tuvieron fundamento cuando los dos,  pistola en mano, nos fuimos internando creyendo que íbamos en dirección a nuestras  posiciones pero de pronto unas sombras nos obligaron a debernos, y tomar precauciones serias, hasta que por fin nos decidimos a dar el alto, quien vive… , y una voz enemiga nos respondió que Franco. Nuestras pistolas, como atendiendo a un mismo resorte dispararon a la vez, la sombra cayó al suelo y ante el peligro de que corríamos regresamos sobre nuestros pasos y de ésta manera, con trabajos, llegamos a nuestras posiciones. Era el primer momento de peligro de mi vida de combatiente. Por primera vez la santa providencia me había amparado.

Comunistas alemanes. Tardienta 1936
A los tres días una orden nos indicaba que había sido tomada en consideración nuestra demanda de refuerzo y que tuviéramos preparada la compañía para ser relevada por un batallón de la 141 brigada mixta, o sea que lo que cubría una compañía iba se cubierto por un batallón. Faltaba gente, las unidades no estaban completas, miles de hombres habían salido de sus hogares pero miles de hombres tenían que salir más porque las unidades estaban sin gente y hacían falta para reponer a aquellos que ya llevaban meses de lucha.

Ametralladora Maxim 1910
Las nuevas posiciones que teníamos que ocupar se encontraban en las proximidades del pueblo de Tardienta, otra de las localidades que continuamente la artillería dejaba caer sobre ella sus pesadas y destructivas cargas mortíferas. A las 10 de la noche del día 24 de diciembre se efectuaba el relevo de las fuerzas, pero ésta vez tanto el capitán de la compañía como yo personalmente fuimos primero a ver en que sitio se encontraban y en que condiciones estaban para que de esta forma solo llegando las fuerzas y situándolas para evitar el meternos en terrenos desconocidos. Todo salió bien y el relevo se efectuó sin ninguna novedad.

El terreno que ocupábamos era muchísimo mas reducido que antes pues solamente era un kilómetro, o sea la distancia que media entre la línea férrea hasta el canal de irrigación que pasa por la localidad.

Tiempo destruido
foto nomada lenin
fusi ametrallador
En este pequeño trozo de terreno teníamos emplazadas 8 máquina automáticas, o sea 5 ametralladoras y  tres fusiles ametralladoras, así como también 2 morteros del 81 mm. Pues teniendo en cuenta que el terreno era completamente llano se sorprenderá el que el enemigo pudiera muy bien atacar con tanques ya que por ese terreno podían maniobrar con enorme facilidad. Mi unidad enlazaba por su flanco derecho con la 141 brigada mixta, y por el franco izquierdo con la 2ª compañía del mismo batallón. Una batería de ametralladoras del 11,5 m. estaba emplazada a poca distancia de nuestra compañía.

trincheras en la ermita de Tardienta
La población de Tardienta, cuya capacidad de habitantes sería en tiempo normal, de 2.000 habitantes, se encontraba completamente abandonada. Desde principio de la guerra que el frente había quedado estabilizado allí y por consiguiente los ataques continuos del enemigo para apoderarse de la población, obligó al gobierno a abandonar a los habitantes, aquellos lugares que para ellos habían sido sagrados, peor ante el peligro constante de la bombas de aviación, de las granadas de artillería y de las balas de los fusiles alguna que otra vez, dio motivo a esta pobres gentes a recurrir a la ayuda de persona de otras localidades, para que los aceptaran como en calidad de refugiados.

Francesc Roca Matamoros
Huetamo, Michoacán, 11 de abril de 1940

divendres, 8 d’abril del 2011

Traslado a Albero Alto (Huesca) 23/11/1937

Varios días duró en nuestros cerebros el recuerdo de ese día tenebroso, pero poco a poco se fue disipando y pensando siempre en que peligros de mayor trascendencia nos esperaban, nos fuimos preparando para que cuando llegara el momento nos agarrara con menos intensidad de nerviosismo.

Tardienta any 1936
Una orden dada por el mando de la brigada, ordenaba que inmediatamente se formara todo el batallón y en marcha ordinaria nos trasladáramos al pueblo de Albero Alto, sitio donde quedaríamos acantonados para salir inmediatamente para el frente. El día 23 de noviembre, llegábamos al citado pueblo con gran curiosidad de la gente, pues a pesar de la proximidad del frente nunca había habido allí tanta fuerza acantonada.

La ciudad de Huesca, queda a 6 Km. de nuestra vista y perfectamente se oía el repique de las campanas y inclusive con mis prismáticos de campaña se veía a la gente andar por la ciudad. Ésta presentaba un aspecto pobre, mísero, la artillería y la aviación había dejado en sus calles la huella de la destrucción. Una ciudad que en otros tiempos había sido el orgullo y la admiración de la toda provincia, aparecía a mi vista como un cuerpo de una larga y cruel enfermedad que deja sus lacras de muerte, señalados para toda una vida.

Ermita de Santa Quiteria
Sus campos tan fértiles, que en años atrás habían sido las reservas de los enormes trigales aragoneses, aparecían como simples campos donde las plagas hacen mella en ellos. Ni un palmo de terreno en una extensión de más de 10 km. era cultivado. La guerra había acabado con la producción, los hombres que cultivaban aquellas tierras habían tenido que acudir al llamamiento de su gobierno, tarde o temprano España tenia que sufrir las consecuencias de ésta inactividad.

Agustí Centelles: Huyendo del bombardeo, Tardienta, año 1937
Los mismo se encontraban las familias que componían, toda esta comarca los enormes contingentes de tropas que por ella habían pasado, ante la escasez de muchas veces de comestible, tenían que recurrir a la hospitalidad de la gente y muchas veces, y por cualquier causa ésta era negada recurrían a la violencia, aunque luego sufrieran las consecuencias de un duro castigo por parte de sus superiores. De aquí precisamente que al llegar nosotros, la miseria se había apoderado de aquellas gentes y la mayoría de las veces teníamos que ser nosotros los que teníamos que ayudarles.

El puesto de mando de mi compañía fue instalado en la casa de la familia Díaz, una honrada y noble casa de tiempos remotos habían sido el amparo y la ayuda de la gente modesta y laboriosa. Con ciertos reparos fuimos aceptados allí por creer que nuestra presencia fuere motivo de disgusto para ellos, pero dándome cuenta de la gente con quien tenia que tratar, les hablé personalmente, haciéndoles ver la misión que nosotros teníamos y que de ninguna manera nuestra presencia fuere motivo de disgusto para ellos.

Serian las cuatro de la mañana del día 25 de noviembre de 1937 cuando una voz de mujer me despertó del sueño que me tenia postrado y levantándome con rapidez vi la silueta de la hija mayor del patrón donde habíamos sido alojados. Pregunté que le pasaba y con voz trémula me indico que su madre había sufrido un ataque cardíaco y que fuera en ayuda suya inmediatamente. Personando a la habitación dónde la enferma, y viendo la gravedad de la misma. Me trasladé con urgencia a buscar al Dr. Puigdueta, médico de mi batallón y hombre de ciencia.

Batalla de Monte Pelado: El 28 d'agost de 1936 al Monte Pelado, al front d'Aragó, entre Osca i Almudévar (Aragó, Espanya)
Brigades internacionals
Cuando el doctor se personó en casa de la enferma. Ésta se hallaba en estado agónico, pero llegó a tiempo y pudo aplicarle varias inyecciones de alcanfor y evitó un desenlace fatal. En toda la noche no se separó un momento el doctor de la cabecera de la enferma, todos los cuidados fueron para aquella pobre señora que parecía que en un momento iba a entregar su alma a Dios. La noche la pasó algo mejorada y a la mañana siguiente con el coche del comisario me trasladé al puesto central sanitario, para recoger unas inyecciones recetadas por el médico. La familia no sabia como agradecerme lo poco que a mi parecer había hecho yo por aquella buena señora, pero al cabo, para mi era un deber, puesto que se trataba de un semejante mío sea blanco sea negro, pero semejante al fin.< >A partir de este día, la confianza entró en aquella santa casa y todo lo que en un principio parecía recelo, se volvió en amistad, hasta el extremo que se me ofreció un puesto en su mesa y durante los días que estuve en Albero Alto, era considerado como de la familia.

XIII Brigada Internacional
Varios días estuvimos acantonados en el referido pueblo, hasta que el día 20 de diciembre recibimos la orden de salir para el frente de combate, tenia que ir a relevar a la 13 brigada internacional, la cual se encontraba cubriendo el frente de Tardienta a Almudévar.

En varios camiones, fuimos traslados, por la noche a Tardienta, pero nos apeamos en Torralba de Aragón, allí, con toda clase de precauciones nos trasladamos a pie hasta Tardienta. Durante el trayecto fuimos divisados por el puesto de observación enemigo, y las baterías de grueso calibre dispararon varias veces sobre el grueso de la fuerza pero afortunadamente no tuvimos que lamentar ninguna baja.

Almudévar, Fotos: C. García.
Enorme impresión me causó a mi la línea de combate, a simple vista apréciame que el enemigo me estaba acechando por todas partes y que esperaba el momento oportuno de encontrarme distraído para clavar su mortífera bala en mi cabeza. Mi desconfianza era enorme y muy a pesar  mío tenía que fingir un valor que estaba muy lejos de mi, para de esta forma no desmoralizara con mi actitud a mis soldados. Pero francamente declaro que tenía miedo. Por un momento llegué a pensar que la vida era muy corta, que la guerra no la vería terminada.


Francesc Roca Matamoros
Huetamo, Michoacán, 7 de abril de 1940

dimecres, 6 d’abril del 2011

Bombardeo y fusilamientos en Huerto - Huesca 15/11/37

Prisioneros cuando la toma de Belchite en el frente de Aragón

Los días iban pasando sin que se notara, el más pequeño indicio de que a trece kilómetros teníamos la línea de fuego. Una mañana se presentaron en la población un ómnibus, conduciendo 40 prisioneros de guerra. La orden dada por el jefe de nuestra división era en el sentido de que estos soldados quedaban bajo el amparo del mando militar de nuestro batallón. Todos ellos eran españoles, jóvenes y según se comprobaba en ellos gente de trabajo. Venían en calidad de prisioneros, puesto que con arreglo al consejo de guerra que se les formuló, no se encontró en ellos ninguna complicidad en el movimiento sino que eran soldados movilizados a las armas.

Junker tirant bombes
Próximos a salir para el frente, serian las 3 de la tarde del día 15 de noviembre, cuando tres escuadrillas de trimotores junkers, aparecieron sobre Huerto. Todos los soldados, cumpliendo las ordenes dadas por la oficialidad, tan pronto como vieron aparecer los trimotores se escondieron en los refugios construidos para el efecto, no así la población civil, que al no contar con tanta disciplina se mantuvieron por la calle, quizás sin darle importancia al asunto, tan pronto como estas maquina llegaron a encontrarse a la altura del pueblo un silbido largo y prolongado nos dio a entender que el bombardeo había empezado. Efectivamente, como si cayeran relámpagos, cayeron bombas, en número tal que después de cesar el bombardeo nuestro servicio de información pudo comprobar que habían sido 81 las bombas lanzadas. El resultado fue desastroso. 6 Mujeres  y 5 niños, fueron víctimas del bárbaro bombardero, solamente un soldado fue herido muy leve en el músculo derecho. El jefe de la división se encontraba visitando las demás unidades cerca de la nuestra y poco después del bombardeo llegó a inspeccionar el resultado del mismo. Los trabajos de todos los soldados de  mi batallón fueron enormes para salvar de los escombros a las víctimas del siniestro. Tres horas fueron necesarias para poder salvar a varias docenas de persona y hacer el balance de las víctimas.



Fusilamientos de Badajoz por las tropas golpistas
La Vanguardia del 16/11/1937
Cuando el jefe de la división [capitán Gancedo?), vio por sus propios ojos, aquellas criaturas inocentes, cuya carne desgarrada por la metralla eran el símbolo de la ignominia y la maldad, cuando ante sus ojos aparecieron las carnes mutiladas de aquellas pobres mujeres que la mayoría de ellas habían muerto por salir a la calle para salvar la vida de sus pequeñuelos. Su corazón se llenó de odio que repercutió en perjuicio de otros seres también inocentes, pero que al cabo, para él no eran más que la representación de aquellos que momentos antes habían ordenado a sus aviones que, sin piedad, bombardearan el pueblo de Huerto, causando los destrozos señalados. Su orden fue rápida y tajante; había ordenado que sin formación de causa y bajo su responsabilidad fueran fusilados los prisioneros de guerra que había en poder del mando militar de mi batallón, y la orden se cumplió sin reparos. Aquellos seres que pocos momentos antes tenían la esperanza de que en un día no muy lejano volverían a ver a sus familiares queridos, a sus mujeres, a sus hijos, a sus padres, que en otros tiempos habían sido trabajadores unos, gente de comercio otros, dirigentes de pueblos lo mas, vieron sus vidas segadas por culpa de la maldita guerra, mientras que los maridos de aquellas pobres mujeres, que momentos antes habían sido el orgullo del hogar, que con sus caricias habían educado a sus hijos para un futuro mejor, llegaban a casa con la esperanza de compartir con ellas el pan ganado con el sudor de su frente y la desilusión, la muerte se había apoderado de ellas dejando miseria y rencor en sus almas, maldita guerra, mil veces maldita.

Francesc Roca Matamoros
Huetamo, Michoacán, 6 de abril de 1940