Gràcies a la familia Forcadell Gaona de Morelia (Michoacán-Mèxic): Núria, Pilar i Inés.
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dilluns, 9 de maig del 2011

La Sentiu y ofensiva nacionalista 26/03/38

En vista del fracaso se dió la orden de evacuar hasta La Sentiu, pueblo situado al norte de Bellcaire, donde allí quedaríamos en descanso mientras el servicio de recuperación, no enviara más soldados para cubrir las bajas que teníamos. Así ocurrió y quedamos allí acantonados.

Mientras tanto, en el sector de Zaragoza el enemigo iba avanzando con rapidez, Caspe, Bujaraloz, Azaila y muchos pueblos más habían caído en manos del enemigo y sus fuerzas iban bajando hacia Tortosa donde su punto de destino era llegar hasta el Mediterráneo y cortar las comunicaciones de la carretera general de Barcelona a Valencia.

En gran peligro amenazaba a mi familia que ignorando seguramente el avance enemigo no sabían que se les iba acercando el cerco y podrían quedar cercados en la parte nacionalista, pero ante la imposibilidad de abandonar yo mis fuerza, pues podrían declararme desertor ante el enemigo, me decidí a escribirles a mi señora y a mis padres informándoles del peligro que podrían correr y que sin pérdida de tiempo abandonaran el pueblo trasladándose a la capital de Cataluña. Pero la mala comunicación de la correspondencia y el estar el servicio en manos de gente miedosa hizo posible que estas cartas no llegaran a su destino. Solamente la providencia podría hacer posible el que fuera oída mi súplica.

Mientras tanto la ofensiva de una parte y de otra iba ganando terreno y nosotros, a pesar de poner todo nuestro esfuerzo para contener al enemigo, nos era completamente imposible, pues la superioridad de éste era tanta sobre nosotros que no podíamos más que retirarnos.

El día 13 apareció en la prensa que el enemigo había tomado Gandesa y que sus columnas iban bajando hacia Tortosa mientras que otra iba bajando por San Mateo y Morella, lo que me demostraba a mí que Ulldecona tardaría a caer muy pronto en manos del enemigo. No me equivoqué en mis números, y encontrándome en Bellcaire, población ya de la región catalana. Me enteré que el día 14 de abril de 1938, las fuerzas nacionalistas habían conseguido llegar al Mediterráneo y se habían apoderado de las poblaciones Vinaroz, Ulldecona, Alcanar y San Carlos de la Rápita, luchando en las proximidades de Amposta. ¿Qué había pasado con mi familia? ¿Habría salido del pueblo, o bien habría quedado en poder de las tropas nacionalistas?. Un vago temor me pasó por todo mi cuerpo, si el enemigo se enterara de que yo era comisario de guerra en las filas republicanas, estaba mas convencido que las represalias caerían sobre mi familia. Sabia que mis padres eran de tendencias moderadas y derechistas, pero no así mi señora que guiada por mi cariño simpatizaba con la República, aunque también era de tendencias moderadas y católica por demás. ¿Pero seria posible que estas personas inofensivas fueran castigadas por pertenecer yo al ejército de la República? Inmediatamente escribí dos cartas Barcelona para que me informaran si se encontraban allí o si sabían de su paradero pero todas las cartas que mis familiares de Barcelona me escribieron, todas contenían malas noticias para mí, pues toda mi familia se había quedado en el pueblo sin poder salir. Por mi mente se cruzaron malas pesadillas y en varios sueños llegué a ver como mis familiares eran víctimas de las más horribles venganzas por parte de elementos sin escrúpulos que ante la imposibilidad de no poderme capturar a mí se enseñoreaban con mi familia, pero varias veces llegué a tranquilizarme cuando me acordaba que la actuación de ellos estaba completamente al margen de la lucha civil, y así de esta forma esperé el momento oportuno de poder enterarme personalmente de lo que les pasó.

Francesc Roca Matamoros
Huetamo, Michoacán, 30 de abril de 1940

dilluns, 25 d’octubre del 2010

Mi juventud (I)

Encontrándome en edad suficiente avanzada para empezar la preparación escolar en debida forma fui recomendado al inspector del grupo escolar de mi localidad el cual me daba lecciones de preparatoria para el bachillerato. Pero desgraciadamente en aquel entonces no solo se necesitaba contar con muchas amistades para ingresar en buenas universidades, sino que al mismo tiempo requería el contar con grandes medios económicos para mantener el internado, de lo cual desgraciadamente mi familia contaba con muy pocos, para tal fin. Con tal motivo me vi obligado a cursar mis estudios en academias particulares.
A los 17 años conseguía el titulo de contable, y sintiendo gran afición por la música empecé a enseñarme a tocar el violonchelo aprovechando normalmente todos mis curso, de profesorado, pero la necesidad que tuvo mi maestro D. Juan Moreira Ramos de trasladarse a otra localidad no hizo posible el que terminara de completar mi carrera, consiguiendo solamente aprovechar cuatro de los siete años que se necesitaban para tener completo el profesorado de violonchelo.
Las pocas ocupaciones que uno tiene en pequeñas localidades me obligaron a enseñarme en el oficio de tipógrafo consiguiendo a los pocos años el cargo de oficial con conocimientos amplios, tanto en cajas como a los trabajos completos de máquinas tipográficas. Mi suerte estaba echada, mis padres habían cumplido con su deber: educar a su hijo para que, de una manera enérgica, pueda afrontar sigo las vicisitudes de la vida.
Siguiendo la tradición de mis antepasados, recibí una educación católica, la cual a mi manera de pensar era la mas indicada para mi, y sintiéndolo así, profesé y sigo profesando, la verdadera religión Católica Apostólica y Romana, pero para no profundizar mi limitaré solamente a decir que ésta religión la sigo a mi modo que es la que me parece mas correcta y devota. No solo soy yo, el que profesa esa religión sino que todos mis familiares y antepasados han adoptado la misma, y de aquí precisamente que yo recibiera de ellos, lo que antes ellos habían recibido de sus padres.
Varias aventuras, tanto amorosas como particulares, me ocurrieron en mi mocedad, pero por creerlas muy superficiales y de poca importancia no los describo y si voy a entrar de plano, en lo que me interesa que quede grabado en estos pliegos que voy escribiendo.
Orfeó Montsià
Viviendo en un pueblo donde la vida se desenvuelve de una manera monótona y tranquila, se comprenderá el que mis actividades políticas fueran nulas completamente, pero no así las sociales, puesto que estas siempre fueron de mi agrado; criado en un ambiente social, me gustaba recrearme en los ratos de ocio, en las bibliotecas de los casinos, en la organización de festivales, en el montaje de obras teatrales, y en varias cosas mas del propio estilo social, y así se verá como ya desde pequeño ya formaba parte de la Agrupación musical que tenia organizada la sociedad cultural Orfeó Montsià de mi localidad , no solo tomaba parte como integrante de la esta agrupación sino que muchísimas de las veces daba recitales de violonchelo. Cuando a medida que mis músculos se iban desarrollando y iban adquiriendo mas forma de hombre, mis cualidades de hombre de sociedad se iban perfilando, hasta el extremo que ya en edad madura se mi daba el cargo de secretario general de esta sociedad que en mis años chicos me había educado, y me había dado una aureola inmerecida.
También los deportes, eran favoritos, para mi persona, y demostrando cualidades para practicar con garantías de éxito, el deporte del fútbol, a los 17 años formaba parte del primer equipo de la localidad y en varias ocasiones llegué a ser, junto con el resto de mis compañeros campeón comarcal y provincial respectivamente. El billar, el ciclismo, el frontón, el rugby y muchos deportes más fueron para mí de una importancia tal que encontraba en ellos, la manera de conservar en todo momento una elasticidad de músculos y una conservación sana de mi organismo. 

Francesc Roca Matamoros
Huetamo, Michoacán, 10 de Enero de 1940