Cuando el año1933, tuve que abandonar a mis familiares, para ir a cumplir un deber que tenia contraído con mi Gobierno (el servicio militar) comprendí ya por primera vez lo que representaba el cariño y el amor de los padres, cuando lejos de ellos se encuentra uno, pero no teniendo otro remedio para evitar que me aludiera a éste compromiso, me separé de ellos con el firme propósito de recordar en todo momento lo que por ellos sentía. Seria el 13 de septiembre de 1933 cuando rumbo a Mahón, para prestar allí mi servicio militar obligatorio, más la suerte me acompañó y aprovechando la enfermad que tenia postrado en cama, al que fuere encargado de la sección de imprenta de mi Regimiento, fui destinado a ésta sección, para que con la urgencia que el caso requería me hiciera cargo de la misma, y de ésta manera, me libré de tomar parte en cuantas operaciones de tipo militar se organizaban en mi Regimiento, no solo fue esto suficiente sino que se me dio el grado de cabo y con atribuciones de jefe en dicha sección tipográfica.
Aprovechando, mi estancia en la isla de Mahón, y valiéndome de la ventaja de saber jugar a fútbol, me aliste a la filas del primer equipo de San Luís (pueblo junto a Mahón, la capital de la isla) y a los tres meses de campeonato ganábamos el preciado galardón, y como premio se no obsequió con una bonita medalla de plata, la cual conservo en mi poder como recuerdo.
Terminado el servicio militar, regresé de nuevo a mi hogar, pero ya mis cualidades de hombre y mis deseos de mejorar, me obligaron a marchar a Barcelona, donde se me ofrecía trabajo y así ocurrió que a los tres meses me encontraba en la capital catalana, y de una manera rápida me iba desarrollando en mis estudios y conocimientos los cuales me sirvieron de mucho, ya que al mismo tiempo iba adquiriendo y frecuentando sociedades donde conseguí inmejorables amistades.
Cuando y por fin, me cansé de estar en Barcelona regresé a mi pueblo con la esperanza de contraer matrimonio y pensar por mi futuro, pero la crisis tan enorme que estaba atravesando España, me obligaba a estarme en casa sin conseguir trabajo de mi oficio; sabido es que a pesar de que mis padres tenían y poseen todavía una amplio negocio de comestibles, droguería y ultramarinos en gran escala, mi dignidad no me permitía el estar viviendo de vago y así organice en seguida un centro de “representaciones y comisiones” y de dediqué a viajar por la provincia de Castellón y Tarragona, con el sólo propósito de ahorrar pesetas suficientes para mi matrimonio.
Durante el transcurso de éste tiempo conocí una muchacha, la cual a pesar de quererla, convine en que no me interesaba y de una manera cortés rompí sus relaciones contrayendo compromiso en firme con la que en actualidad es mi señora, (pues aunque en España bajo el régimen imperialista, quedó nulo mi contrato matrimonial, sigo con el compromiso mora, y para detallarlo mejor en capítulo aparte detallaré mas ampliamente éste detalle) y de ésta forma llegué al memorable día en que en mala hora se pensó en establecer la Guerra Civil Española.
Francesc Roca Matamoros
Huetamo, Michoacán, 10 de Enero de 1940
Francesc Roca Matamoros
Huetamo, Michoacán, 10 de Enero de 1940
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