El día 15 de marzo de 1938, y después de venir anunciándolo los soldados nacionalistas desde sus trincheras, el ejercito rebelde inició una ofensiva a fondo por todo el sector del Ejército del Este.
Milicians republicans de la XII brigada durant la batalla de Guadalajara |
Centenares de aviones, docenas de tanques, montones de cañones y divisiones motorizadas extranjeras, tomaban parte en esta ofensiva, el dictador italiano, quería a toda costa vengarse de la tremenda derrota que en los campos de batalla de Guadalajara, le inflingiera en días pasados el ejército de la República, haciendo correr en forma vergonzosa
sus bien equipadas brigadas de choque que con todo lujo de detalles habían sido traídas a España para conquistar, como en años anteriores lo hicieran sus antepasados, y ante tal cosa no había escatimado esfuerzos de ninguna clase. La ofensiva se inició por el frente de Zaragoza y pronto fue rota la línea, a pesar de la tenaz resistencia que opusiera el ejército republicano, las tropas nacionalistas iban ganando terreno con la pérdida de millares y millares de hombres, pues la resistencia que encontraba era enorme.
Tosos, Zaragoza |
sus bien equipadas brigadas de choque que con todo lujo de detalles habían sido traídas a España para conquistar, como en años anteriores lo hicieran sus antepasados, y ante tal cosa no había escatimado esfuerzos de ninguna clase. La ofensiva se inició por el frente de Zaragoza y pronto fue rota la línea, a pesar de la tenaz resistencia que opusiera el ejército republicano, las tropas nacionalistas iban ganando terreno con la pérdida de millares y millares de hombres, pues la resistencia que encontraba era enorme.
Considerando el enemigo que el Gobierno Republicano, había concentrado todos sus efectivos de primer orden en el frente de Zaragoza, para contener la ofensiva enemiga, paralizó unos días esta ofensiva y trasladó sus brigadas motorizadas al frente de Huesca, donde el día 22 de marzo de 1938, y siendo las 6 de la mañana fuimos sorprendidos por un enorme bombardeo de aviación, seguido de una preparación artillera en la que tomaba parte como unas 10 baterías aproximadamente, no dudando ni un momento que dentro de poco el ataque de la infantería caería sobre nuestras líneas, y así ocurrió. A las 11 de la mañana vimos aparecer sobre nuestras líneas, centenares de soldados que protegidos por el
fuego de la artillería, y resguardados por enormes tanques de iban aproximando a nuestras líneas, pero ya nuestras máquinas estaban listas para contener el ataque en cualquier momento y no tardaron en caernos encima, pero las máquinas automáticas empezaron a funcionar y el ataque fue rechazado con perdidas de vidas por parte del enemigo. La orden era tajante el enemigo tenia que romper la línea costara lo que costara y nosotros teníamos que mantenerla costara lo que costara. Pero el enemigo tenía hombres de refresco nosotros no contábamos con nada, el ataque nos había sorprendido y apenas teníamos víveres, la lucha volvió a empezar de nuevo, y por segunda vez las tropas enemigas tuvieron que volver a sus posiciones, pero esta vez habían llegado cerca de las líneas nuestras y habían conseguido hacer bajas.
Trincheras de la Guerra Civil, una casamata de cemento, cultivos cerealistas, cerros de yesos y alguna repoblación de pinar. Extremo Noreste del término municipal de Zaragoza, cerca de Villamayor |
fuego de la artillería, y resguardados por enormes tanques de iban aproximando a nuestras líneas, pero ya nuestras máquinas estaban listas para contener el ataque en cualquier momento y no tardaron en caernos encima, pero las máquinas automáticas empezaron a funcionar y el ataque fue rechazado con perdidas de vidas por parte del enemigo. La orden era tajante el enemigo tenia que romper la línea costara lo que costara y nosotros teníamos que mantenerla costara lo que costara. Pero el enemigo tenía hombres de refresco nosotros no contábamos con nada, el ataque nos había sorprendido y apenas teníamos víveres, la lucha volvió a empezar de nuevo, y por segunda vez las tropas enemigas tuvieron que volver a sus posiciones, pero esta vez habían llegado cerca de las líneas nuestras y habían conseguido hacer bajas.
Nuestras ambulancias empezaron a funcionar y los heridos eran sacados de las trincheras, motivando con esto el que cada herido ocupara dos soldados buenos para trasladarlo, lo cual representaba en efectivo que habíamos tenido tres bajas. Si el enemigo intentara otra vez el ataque quien sabe si podríamos detenerlo. El mando del batallón informó a la Brigada lo que pasaba y ante el temor de perder la posición y quedar docenas de hombres prisioneros, se dio la orden de replegáramos a las posiciones de reserva, situadas a 6 km de la línea de combate. Así lo hicimos y quedamos emplazados en unas posiciones cercanas al pueblo de Torralba de Aragón, donde allí nos emplazamos de nuevo, esperando el ataque, pero el enemigo sabiendo que por el sector que acopábamos nosotros era completamente romper el cerco, se decidió atacar por el sector que ocupaba la 141ª brigada mixta, sin saber que ya nosotros habíamos abandonado las antiguas posiciones. A las 6 de la tarde empezó el ataque por este nuevo sector, y por fin encontró el punto flaco y se fue afianzando por allí cargando todos sus efectivos de combate por este lado. Su esfuerzo había resultado y nuestro desastres era inevitable.
A las ocho de la noche, recibimos una orden urgente, que el enemigo había roto las líneas y que nuestro Batallón se encontraba cercado completamente, pues había agarrado las líneas de flanco y solamente la oscuridad de la noche podía hacer posible el que no cayéramos en manos del enemigo. Con prudencia organicé junto con el capitán [capitán de Milicias Hernández Oñate], la evacuación de aquellas posiciones, pero el terreno que teníamos que recorrer para juntarnos de nuevo con la brigada era completamente desconocido para nosotros y ante la urgencia del caso decidimos salir guiándonos por la estrella polar, ya que nosotros conocíamos la posición del enemigo y nos seria fácil evitar un encuentro con él. En marcha de combate salimos de las posiciones y pasamos tres o cuatro horas andando cuando la patrulla de exploración de mi compañía, que era la que habría la marcha, se encontró con una patrulla de soldados y montando con rapidez los fúsiles, se les dió el alto ¡quien vive¡ contestando ¡la República!, nos informaron que habiendo sabido que el enemigo había atacado muestras posiciones y las había roto, el jefe de su brigada que era la 137ª, había ordenado montar un servicio de exploración para cualquier contingencia que pudiere ocurrir, y efectivamente, nos trasladaron a donde se encontraba el jefe de la brigada [Comandante Brinquis]y nuestra compañía quedó agregada al segundo batallón de esta unidad hasta que nuevamente tomáramos contacto con la nuestra.
Francesc Roca Matamoros
Huetamo, Michoacán, 26 de abril de 1940
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